Las características de cada uno de los dos grupos
La compañía constante puede resultarles agotadora y sofocante. No se preocupan demasiado por el futuro y confían en su capacidad de adaptación. Buscan la compañía y disfrutan de actividades en grupo. Suelen ser el alma de la fiesta y la alegría del grupo.
La seguridad es su principal prioridad. Necesitan tiempo a solas para reflexionar y recargar energías. No temen los riesgos y se aventuran a probar cosas nuevas. Suelen ser impulsivas y reaccionan rápidamente a las situaciones. Son capaces de generar ideas originales y soluciones ingeniosas.
Valoran la honestidad y la autenticidad en las relaciones. Son líderes naturales que motivan a los demás con facilidad. Por el contrario, el segundo grupo muestra una mayor cautela y prudencia. Prefieren la planificación y la organización a la improvisación.
El segundo grupo se enfoca en la planificación y la preparación para el futuro. Analizan las consecuencias de sus actos antes de tomar una decisión. Se toman su tiempo para adaptarse a los cambios. La crítica y el rechazo les afectan profundamente. No temen romper con las convenciones y explorar nuevos caminos.
Suelen ser observadores y buenos oyentes. Necesitan sentirse valorados y apreciados por su trabajo y sus logros. En el segundo grupo, encontramos individuos más introspectivos y reflexivos. El aislamiento y la soledad les resultan difíciles de soportar.